Distintas fundaciones e instituciones públicas y privadas del estado Yaracuy, han iniciado este lunes, una serie de jornadas de recolección de alimentos no perecederos, ropa, medicamentos y demás insumos que puedan ser de utilidad a las cientos de personas afectadas por la crecida de quebradas y deslaves, registrados el fin de semana en Tejerías, estado Aragua.
Representantes de distintas organizaciones instalaron sus respectivos centros de acopio en diversos puntos del estado, para apoyar a las personas en desgracia, sobrevivientes de la lamentable tragedia.
Las fundaciones Marcelino, Pan y Vino, Cáritas de Venezuela, la Cámara municipal de Independencia, las alcaldías metropolitanas, el centro comercial Unisol y distintas comunidades, entre otras instancias, comenzaron este lunes, a recoger las ayudas.
La coordinadora estadal de la Fundación Marcelino, Pan y Vino, Mercedes Zabaleta, comentó que en cada municipio funciona un punto de recolección, desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde, para recibir las donaciones.
Refirió que se reciben sábanas, cobijas, ropa, zapatos nuevos o usados, comida enlatada, agua potable envasada, jugos de larga duración, juguetes para los niños y demás artículos que de utilidad para los damnificados en Tejerías.
«Lo tiempos están difíciles para todos, pero siempre hay algo que dejamos de utilizar y que puede ser muy útil para esas personas que hoy pasan por necesidades y requieren nuestro solidario apoyo», refirió Zabaleta.
Comentó que los centros de acopio de la fundación funcionarán hasta el miércoles, luego llevarán todo lo recolectado, previamente categorizado y clasificado, hasta Tejerías para entregarlo a las autoridades encargadas de velar por la protección de las familias damnificadas.
Susana González, una de las personas que llevó su contribución a uno de los centros de acopio, refirió que lo sucedido en Tejerías le recuerda mucho a la tragedia de Vargas, la cual sintió muy de cerca porque familiares vivieron esa tragedia.
«Traje unas sábanas, algunos enlatados y ropita de mi nieto que ya no usa porque sé que este poquito puede ser de gran ayuda a esas familias que pasan por esta terrible pesadilla, que yo indirectamente viví con unos parientes en Vargas. Mi llamado es a que nos unamos todos y contribuyamos con lo que podamos, que así sea poco al juntarlo se convierte en mucho», resaltó González.
