Concejala durante dos mandatos y constante colaboradora de las asociaciones locales, ha fallecido a los 51 años
Tordehumos está de luto. Este jueves ha fallecido a los 51 años María del Carmen Álvarez (1970-2022) víctima de una enfermedad. Dolor y tristeza son los sentimientos de los vecinos por la irreparable pérdida de una mujer que dedicó gran parte del tiempo de su vida a trabajar de forma altruista por el bien de su pueblo natal.
Casada con Paco Martín y madre de dos hijos, Carlos y Sara, su constante inquietud por el acontecer de Tordehumos la hizo ser concejala de Cultura durante dos mandatos (2008-2015), poniendo en marcha distintas iniciativas culturales y aportando su granito de arena en la puesta en marcha del Mercado Artesanal de la Tierra de Campos, una cita importante del turismo de la provincia.
María del Carmen Álvarez creyó firmemente en el movimiento asociativo como motor de dinamización local para fijar población y crear identidad. Una creencia que hizo realidad desde sus responsabilidades como secretaria de la Asociación Cultural Cristo de la Vega y del Centro de Iniciativas Turísticas Mirador de Campos o como componente del Ampa Eudiviges Calvo, siempre con una prudencia, diligencia, simpatía y amabilidad envidiables, que también se reflejan en su hermano Luis Javier, alguacil del Ayuntamiento, componente de los dulzaineros Zarabandos e implicado también en las asociaciones y cofradías locales.
Si en el aspecto personal estuvo involucrada en la vida de su pueblo, en el profesional lo estuvo en la de la comarca al ser personal del Colectivo Tierra de Campos como parte del equipo técnico de la asociación desde su fundación, hace ya 31 años, y siempre vinculada a las áreas de administración y gestión de las ayudas Leader.
Cofrade de la patrona de Tordehumos, la Virgen de las Candelas, de la Virgen del Carmen y de la Dolorosa, su presencia era habitual en cualquier acto festivo, cultural o religioso de la localidad, siempre con su inseparable Paco con la cámara colgada al cuello para capturar cientos de instantáneas.
María del Carmen amaba a su pueblo y quería lo mejor para sus vecinos. En la memoria queda sus años de infancia, el estanco de su padres, Juana y Gildos, sus estudios en el colegio del pueblo y después los de Gestión Administrativa en el IES Campos y Torozos de Rioseco, sus danzas en el grupo Oter de Fumus, el trabajo, su matrimonio y los hijos. Y como denominador común, desde muy joven, su constante voluntad de ayudar y colaborar, de mirar por el bien de todos, en especial el de sus vecinos, que lloran tan irreparable pérdida. El funeral será este mismo jueves en la iglesia de Santa María la Sagrada de Tordehumos.
